¿A cuanto el kilo? ¿a cuanto?
Recibimos la resolución que ordena el pago de una indemnización por el asesinato de mi papá el año 76 en la Dictadura.
¿A cuanto el kilo a cuanto?
El era un hombre alto, más bien grande de contextura, sin embargo lo que más recuerdo son sus ojos. Tenía una mirada firme, osada, dispuesta a lo que fuera.
¿Cómo los/as señoritos/as en el poder calcularon cuanto cuesta esa mirada?
¿a cuanto el kilo a cuanto?
Supongo que gritó. Imposible no hacerlo estando en la parrilla, o por los palos en las piernas, la espalda, los brazos, la cabeza, la electricidad en el pene, en los oídos…
Yo prefiero recordar su voz tarareando tangos. Los señoritos en sus mullidos sillones, en sus cómodas casas, o en sus amplias oficinas ¿calcularon ellos cuanto vale su voz o le pasaron la pega a la secretaria o al suche de turno?
¿a cuanto el kilo a cuanto?
Mi papa era alegre, simpático. Bailaba por el pasillo de la casa, reía a menudo dejando a la vista sus dientes pequeños, los mismos que le arrancaron en la tortura, seguramente uno a uno para que doliera cada vez más ¿el calculo para la indemnización fue por diente o prorratearon la cifra por concepto dentadura por eso del ahorro?
¿a cuanto el kilo a cuanto?
¿Saben que, señoritos de mierda? Me importa una raja su plata. No fui capaz de leer la resolución. No quiero hacerlo. Me voy a fumar un pucho y haré todos mis esfuerzos por olvidarla. Me niego a dar por terminada la búsqueda de mi papá, ese que yo sí conocí y vi por ultima vez mirando por la ventana antes de salir a realizar la que sería su última tarea por mantener a su Partido vivo y resistiendo a la dictadura.
¿A cuanto el kilo a cuanto?
A nada pues. La dignidad de mi papá no se vende.
..........................
Relato escrito por Laura Ester Atencio Abarca, hija de Vicente Atencio Cortes, casado, 4 hijos, dirigente de la CUT, diputado comunista, ex alcalde de Arica, fue detenido el 11 de agosto de 1976 en horas de la mañana por agentes de la DINA. Se le vio recluido en el centro de detención Villa Grimaldi.
Recibimos la resolución que ordena el pago de una indemnización por el asesinato de mi papá el año 76 en la Dictadura.
¿A cuanto el kilo a cuanto?
El era un hombre alto, más bien grande de contextura, sin embargo lo que más recuerdo son sus ojos. Tenía una mirada firme, osada, dispuesta a lo que fuera.
¿Cómo los/as señoritos/as en el poder calcularon cuanto cuesta esa mirada?
¿a cuanto el kilo a cuanto?
Supongo que gritó. Imposible no hacerlo estando en la parrilla, o por los palos en las piernas, la espalda, los brazos, la cabeza, la electricidad en el pene, en los oídos…
Yo prefiero recordar su voz tarareando tangos. Los señoritos en sus mullidos sillones, en sus cómodas casas, o en sus amplias oficinas ¿calcularon ellos cuanto vale su voz o le pasaron la pega a la secretaria o al suche de turno?
¿a cuanto el kilo a cuanto?
Mi papa era alegre, simpático. Bailaba por el pasillo de la casa, reía a menudo dejando a la vista sus dientes pequeños, los mismos que le arrancaron en la tortura, seguramente uno a uno para que doliera cada vez más ¿el calculo para la indemnización fue por diente o prorratearon la cifra por concepto dentadura por eso del ahorro?
¿a cuanto el kilo a cuanto?
¿Saben que, señoritos de mierda? Me importa una raja su plata. No fui capaz de leer la resolución. No quiero hacerlo. Me voy a fumar un pucho y haré todos mis esfuerzos por olvidarla. Me niego a dar por terminada la búsqueda de mi papá, ese que yo sí conocí y vi por ultima vez mirando por la ventana antes de salir a realizar la que sería su última tarea por mantener a su Partido vivo y resistiendo a la dictadura.
¿A cuanto el kilo a cuanto?
A nada pues. La dignidad de mi papá no se vende.
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Relato escrito por Laura Ester Atencio Abarca, hija de Vicente Atencio Cortes, casado, 4 hijos, dirigente de la CUT, diputado comunista, ex alcalde de Arica, fue detenido el 11 de agosto de 1976 en horas de la mañana por agentes de la DINA. Se le vio recluido en el centro de detención Villa Grimaldi.
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