lunes, 30 de enero de 2017

Noticias de Marta Harnecker, Cuba.

 
Domingo 29 de enero 2017.

Queridos,

Siento comunicarles malas noticias. Como creo les hice saber hace algún tiempo últimamente he tenido problemas de salud y tuve que regresar a Canadá antes de lo presupuestado para profundizar en un diagnóstico médico que empezó en Cuba en octubre-noviembre. Como tal vez recuerdan, además de una tos tipo bronquitis con la que llegué a Quito en agosto, y de una intensa acidez estomacal de varios meses antes, al regresar de Chile a Quito me empezó un nuevo síntoma: empecé a tener dificultades para tragar. Las medicinas que tomaba se me quedaban atragantadas en la garganta.

Al llegar a Cuba lo primero que hice fue tratar de ver al Dr. Julián. El trató de hacerme un ultrasonido sin anestesia para sacar unas muestras pero no pudo porque se encontró con una estrechez muy serie en una parte del esófago. Luego de hacerme varios tests (placa de torax, tomografía computarizada, etc.) y dos endoscopias con dilatación, estaba vez con anestesia, llegó a la conclusión que no tenía nada maligno dentro del esófago, pero que había cuerpos o glándulas sospechosa fuera de él que podrían estar presionando. A eso se añadía un CEA mucho más alto que lo normal (examen de sangre que detecta tumoraciones internas) y una pérdida relativa de peso que yo he atribuido a mi absoluta falta de apetito dado los problemas al tragar.

Pensó en la posibilidad de hacerme una ECO endoscopia (un aparato especial que tiene un aparatito de ultrasonido en la punta) que permite detectar con mayor nitidez lo que está fuera del esófago posiblemente presionando. Pero la máquina, la única en AL. acababa de llegar a Cuba y no estuvo montada a tiempo. En vista de eso creyó conveniente que regresara a Canadá a hacerme esa prueba que permitiría profundizar el diagnóstico, pensando ambos que eso podría ser más rápido que la instalación del equipo nuevo en Cuba. Pero no fue así. Fui citada por primera vez el 6 de diciembre, me dí cuenta que no tenía claro exactamente qué era lo que iban a hacer conmigo. Primero pensamos con Mike que se trataba de la Ecoendoscopia que había indicado el doctor Julián, pero nos dijeron que no, que querían hacerme una simple endoscopia.

Cuando empiezan a prepararme: toma de presión, etcétera, le pregunté la enfermera por la anestesia, y ella me responde que lo que van a hacer es sedarme. Me doy cuenta entonces que lo que pretendía hacer el doctor Grey era una endoscopia como la primera que me hizo el doctor Julián que fue muy dolorosa, justamente porque no era con anestesia. En ese momento decidí decirle a la enfermera que yo no me haría una nueva endoscopia sin anestesia, que creía que no tenía sentido hacerme nuevas endoscopias si traía los resultados de tres de ellas, que lo que necesitaba era hacerme una Eco endoscopia.

En vista de mi reacción llamó al doctor de Grey, un médico de unos 60 años, que llegó muy estresado y cuando yo trataba de explicarle los resultados de los exámenes que me habían hecho en Cuba, me di cuenta que él no había recibido toda la información que yo le había mandado al doctor Rauh, que es mi médico de familia. Como yo había llevado una copia de la traducción que yo había hecho de los resultados de estos exámenes (traducción que había consultado con el doctor Oliva), le pasé los papeles pero estaba tan estresado que decía que no entendía la traducción. Finalmente entendió que no tenía sentido que me hiciera una nueva endoscopia.

Se ausentó como media hora y luego habló con Mike explicándole que sólo ahora entendía que lo que se debía hacer era la eco endoscopia, pero que eso requería de tiempo para hacer la coordinación. Y que era probable que tuviese que esperar unas dos semanas. El exceso de pacientes y las vacaciones de fin de años hicieron que todo se volviera más lento. En ese momento yo pensé que quizás si yo me hubiese quedado en La Habana todo hubiese sido más rápido.

Felizmente, cuando ya estábamos en la casa, recibimos una llamada de que ya se había arreglado la cita para la eco- endoscopia con otro médico, el Dr. Weiss, el jueves 15 de diciembre a las 8.30 de la mañana en otro hospital (Vancouver General Hospital). Según me había informado el doctor Grey, los resultados de este examen se tienen de inmediato.

A todo esto, se acercaba el evento en Grecia y teníamos que definir si íbamos o nos quedábamos. Hasta último momento dejamos la puerta abierta para no ir en caso de que los resultados de la prueba estuviesen a tiempo y se recomendara no ir. Sólo llegaron al día siguiente de nuestra partida. En Grecia, mis problemas de respiración aumentaron y mi energía disminuyó significativamente.

Al regreso, nos enterábamos que el CT scan que me hicieron acá (TAC) mostraba líquido en los pulmones y en el corazón. Se suponía que ese lunes iba a tener una cita con el especialista de pulmón al que debía ser remitida, pero como no recibimos ninguna llamada y me sentía muy débil --sensación que ya conocía con la neumonía--, decidimos con Mike que era mejor que ingresara en el servicio de emergencia del mismo hospital en que tendría la cita con dicho médico, el mejor de Vancouver.

La recepcionista me atendió rápido, ero luego hubo que esperar alrededor de una hora para que me hicieran un electro y un ultrasonido. Con los resultados de esos exámenes decidieron que había que extraer primero el líquido del pulmón y luego el del corazón. Me dolió muy poco cuando me pusieron el tubito en la espalda (aguja?) en el pulmón izquierdo, alrededor de las 7 de la tarde. A la mañana siguiente me trasladaron a la parte de urgencia que atiende cardiología. Me hicieron una placa para ver dónde debían meter la aguja para extraer el líquido del corazón y me pusieron un tubito por delante, en el pecho. Su colocación me dolió menos que la anterior.

No podía creer cuando vi la cantidad de líquido que salió del pulmón: ¡más de un litro, 700 ml. durante dos días de drenaje, y algo más de un litro en el corazón!  Me sentí más aliviada pero me dolía bastante la espalda cuando tosía.

Y una noche la pasé muy mal porque se me tupieron las narices. El oxígeno que me están poniendo para aliviar el problema respiratorio reseca mucho la nariz. Finalmente al día siguiente me consiguieron un spray que me ayudó mucho. Y no he vuelto a sentirme tupida.
Lo más angustiante todo este tiempo ha sido la interminable espera de resultados que nunca llegaban.

Finalmente llegaron antes de ayer. Algunos de ustedes recibieron una nota de Mike con los resultados del análisis de esos líquidos y un nuevo CT Scan que me hicieron de tórax. Estos rebelaron presencia de cáncer. Todo hace pensar que rebrotaron las células malignas del cáncer de mama y que éste se ha extendido a los pulmones. Además, el CT Scan reveló coágulos en el pulmón derecho. El tratamiento para esto es un diluyente de la sangre (una inyección diaria muy fácil de poner, los propios pacientes lo hacen y hay mucha gente que vive con esta situación sin problemas).

En casa, antes de ir al hospital, nos habíamos preparado con Mike para afrontar lo peor, pero no habíamos previsto esto en absoluto, y, especialmente la indicación de que en esta situación no podía volar. Nuestra idea había sido que me trasladara a Cuba para el tratamiento, ya que allí tengo mi casa, mi hija y mis nietos, excelente atención médica y much@s buen@s amig@s que puede turnarse en cuidarme. En cambio en Cuba estoy solita con Mike y me imagino lo solo que se debe sentir. Tenemos buenos amigos, pero no es lo mismo.

Es increíble lo que es el espíritu humano. A mí --que me angustiaba enormemente la muerte y nunca quería pensar en ella-- hoy ya no le temo. Estoy tranquila. Los médicos nos han comunicado crudamente la realidad. Antes de comenzar a conversar yo les advertí que estábamos preparados para lo peor. Todo dice hasta ahora que el pronóstico es muy malo. Me da mucha pena mi pobre osito (Mike), él es mucho más débil que yo y está destruido, deben ayudarme a cuidarlo.

Ayer me sacaron los tubitos y eso me alivió mucho. Tengo más energía, me siento mejor, aunque todavía me cuesta hablar largo rato. Por eso pedí a Mike que les avisará que no me llamarán. Yo les avisaré cuando pueda hacerlo con más facilidad. Les agradezco a todos los que me han llamado o me han escrito, sus mensajes llenos de cariño me hacen sentir acompañada.

Por ahora estoy en la sala de cuidados intensivos cardíacos, pero probablemente mañana me trasladarán a la sala que atiende los pacientes de cáncer, donde profundizarán en el diagnóstico para afinar el tratamiento para crearme mejores condiciones de vida, pero no para curarme, salvo que ocurra un milagro. Tal vez podamos crear ese milagro todos juntos. Tengo mi teléfono celular en el hospital y puedo leer correos electrónicos pero soy PESIMA para escribir por esa vía. Tengo también la computadora pero no recibe correos. Por eso seré lenta en responder. Porfa envíen copias de sus correos a Mike. El puede copiarlos en casa y luego yo verlos más cómodamente en la computadora.

Mi hija Camila viene el 31 de este mes y mi hermana una semana después. Es muy posible que sea trasladada a mi casa a mediados de la semana.

Estamos también en contacto con médicos de La Praderas para ver si alguna de las vacunas cubanas puede funcionar. Parece muy difícil dada la forma en que se ha extendido el cáncer.

Bueno querid@s amig@s, siento mucho tener que hacerlos sufrir con estas noticias. Cuento con todo su amor en esta lucha final.

Un gran abrazo lleno de sueños y esperanzas porque la vida no termina en mí. Los quiero mucho.
Marta.

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