Queridos amigos: Increíble pero ha pasado casi ya un mes de mi último mensaje colectivo sobre el estado de salud. Allí les daba las buenas noticias de que todos los exámenes habían salido negativos y les anunciaba una cita con la oncóloga y otra con un especialista en pulmones.
La oncóloga, como ya les conté a alguno de ustedes, ratificó nuevamente lo exitoso el tratamiento con quimioterapia, y no sabía cómo explicar entonces la falta de aire, por que era difícil explicarlo con un efecto secundario al tratamiento. Me recomendó repetir dos pruebas: una tomografía computarizada de huesos y una tomografía computarizada de tórax, abdomen y pelvis, y realizar una consulta con un especialista en pulmones (“respiratologist” aquí en Canadá).
La semana pasada me hicieron las pruebas y este lunes tuve la consulta con la especialista en pulmones. Ella ya tenía los resultados de las pruebas: ambas resultaron negativas nuevamente, agregándose otra buena noticia, que la mancha sospechosa en la onceava vértebra que revelaba la tomografía computarizada de huesos anterior había desaparecido en la última prueba. Ella también se mostró desconcertada dado que en todos esas pruebas no hay signos visibles que expliquen mi falta de aire y los accesos de tos que tengo dos o tres veces al día.
Cuando le conté que un especialista había detectado que al tragar unos trozos de comida en lugar de ir hacia el estómago iban hacia mis pulmones, decidió promover una cita con un especialista en ese campo. Y me recomendó un spray nasal que tal vez podría lograr mejorar en algo mi situación de falta de aire.
Estos últimos cuatro días he estado algo mejor. He tenido menos falta de aire y he podido caminar varias cuadras sin tener que sentarme cada cuadra como tuve que hacerlo anteriormente. No sé si eso se debe a que estoy tomando unas medicinas que contienen marihuana. Ya algunos de ustedes me habían recomendado el aceite de marihuana. También estoy volviendo a sentirme atraída por ciertas comidas, especialmente las agridulces. Y el pelo ha comenzado a crecerme lentamente.
Finalmente he logrado terminado mi informe del primer viaje a Ecuador durante el mes de agosto del año pasado. Aquí se lo estoy enviando. Un abrazo lleno de sueños y esperanzas.
Marta
Viaje a Ecuador 18 al 26 de agosto 2017
Queridos amigos,
Aquí van a un breve relato sobre la primera parte de mi viaje a Ecuador en agosto, hace un año atrás. ¡Increíble cuán rápido ha pasado el tiempo! Fue en ese país donde hace un año empezaron a agudizarse los síntomas de mi enfermedad actual. Como ustedes saben, en mi nueva situación tuve que priorizar a los médicos, tratamientos y la necesidad urgente de terminar el libro que estábamos escribiendo con Pepe Bartolomé, por lo que los informes de viaje fueron siendo postergados. Hace un tiempo les envíe el de Chile. Debería haber comenzado por Ecuador, el primer país que visité el año 2016. Luego fui a Chile, volví a Ecuador, fui a Brasil, volví a Ecuador y de ahí pasé por San Salvador en camino a Cuba.
La idea de este viaje a Ecuador surgió en octubre de 2015 cuando le pedí a Carol Delgado, recientemente nombrada embajadora en Ecuador, que por favor le pasara el libro mío: Un mundo a construir (nuevos caminos) publicado en ese país, al presidente Correa. Ella entonces me contestó que debería ir yo a entregárselo personalmente y que gustosamente ella me acompañaría. Luego planteó a Mike y a mí que fuéramos a descansar. Por razones de salud tuve que postergar el viaje hasta agosto del año pasado y que nunca me imaginé la cantidad de actividades que organizó la embajada, ni de la cantidad de pequeños y bellos detalles de los que estuve rodeada durante mi estadía.
Quiero que sepan que cuando yo estaba viviendo en Venezuela, Carol fue durante un tiempo una de mis colaboradoras más cercanas. En un momento quise que ella formara parte de mi equipo de trabajo permanente, pero razones de salud se lo impidieron.
Entretanto lo que iba a ser una simple visita se fue transformando un gran homenaje a mi persona. Carol y su equipo organizaron una serie de exitosas actividades tanto en universidades como en otras instituciones y sedes de Alianza PAÍS. Nunca antes había recibido tantos agasajos. Pero si soy honesta debo contarles que no me sentí nada cómoda con tantos homenajes, pero si ponemos las cosas en una balanza: en un lado mi malestar y en el otro todo el cariño con que fueron preparadas las actividades, la balanza se inclinaba a este último.
Por eso me hubiese gustado que en lugar de ser yo quien les cuente, hubiese sido mejor que la misma Carol o Pedro José, que participaron directamente en organizar todo, lo hubiesen escrito. Por diversas razones eso no fue posible. He aquí un breve relato de lo que me acuerdo.
He querido empezarlo con la actividad de mayor trascendencia, la condecoración que recibí del gobierno ecuatoriano. Su título provocó mucha hilaridad. Se me otorgó la Orden Nacional al Mérito en grado de Caballero, por mi trayectoria como investigadora popular y mis aportes al pensamiento crítico. En una época en que las reivindicaciones de género han sido asumidas por la izquierda, suena muy raro esto de”Caballero” ¿no?
El canciller Guillaume Long improvisó un discurso que me gustó mucho No me imaginaba que él tuviese una apreciación tan positivas de mi trabajo. Entre otras cosas dijo: En la recepción luego de la condecoración se me acerca Guillaume con un celular en la mano. Era el presidente Correa quien me estaba llamando para felicitarme. Recuerden que yo lo conocí en 2010 cuando estaba recogiendo material para mi libro testimonio sobre Ecuador.
La embajada no sólo preparó los distintos eventos, sino que además publicó una nueva edición de dos libros míos: Un mundo a construir (nuevos caminos) y la edición ampliada de Los conceptos elementales del materialismo histórico, una tarjeta de invitación muy bonita, un reconocimiento que reproduce la ilustración de esa tarjeta en cristal, un gran afiche con esa misma ilustración que reproduzco más abajo y una memoria externa con mis 27 mejores libros.
A continuación el resto de las actividades colectivas realizadas. (Ver archivo adjunto)
Entrevista / Marta Harnecker / profesora honoraria de la UASD
El viernes 26 de agosto, el Gobierno de Ecuador condecorará con la Orden Nacional al Mérito, en el grado de Caballero, a Marta Harnecker (foto), una chilena luchadora e intelectual conocida a nivel mundial por sus obras sobre los procesos políticos latinoamericanos. En una conversación con El TELÉGRAFO, la profesora honoraria de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) presentó su visión sobre la actual coyuntura regional.
¿Cómo caracterizaría el momento político latinoamericano?
La situación ha cambiado bastante. En 2013, cuando publiqué ‘Un mundo a construir’, estábamos en un momento en el cual los procesos políticos más avanzados estaban todavía en ascenso. Ahora, en algún sentido, se percibe un retroceso en algunos países. Siempre que existe un esfuerzo de transformación social se vive una restauración conservadora. En términos generales, y por distintas razones, los latinoamericanos no hemos sido capaces de consolidar los avances que se lograron en estos años.
Las fallas que tuvimos en unos países se repiten en otros. El triunfo de Macri en Argentina, ¿sería una evidencia de aquello?
Allí triunfó un candidato de derecha utilizando un discurso relativamente progresista. De hecho, escuché algunos de sus discursos y me pareció que tenían un lenguaje “aceptable”. Nuestro gran problema es que la derecha cambió su discurso y se apropió del lenguaje de la izquierda.
Se torna así muy difícil que el pueblo distinga entre lo que es la izquierda y lo que es la derecha. Si a lo anterior se suma que las prácticas políticas de la izquierda son muchas veces muy similares a las acciones de la derecha, si se considera que muchos dirigentes de izquierda no guardan coherencia entre el proyecto de sociedad que impulsan y sus acciones personales, entonces no se generan tampoco grandes diferencias. También la derecha ganó espacios por debilidades de la izquierda. Todavía no hemos sido capaces de crear los instrumentos políticos que necesitamos para el enorme desafío de construir una nueva sociedad. Ecuador, Bolivia y Venezuela lograron dotarse de constituciones políticas que pudiesen apoyar sus procesos de cambio. Pero el cambio normativo es solo una parte de lo que es necesario. Se debe transformar a los pueblos en actores (…)
Tenemos que analizar si hemos sido capaces de traducir los proyectos alternativos de transformación social hacia el lenguaje requerido para que la gente los entienda, asuma y viva.
¿Se consolidará ese embate de la derecha en los próximos años?
Yo soy optimista. Hay mucho que hacer y nuestro proyecto refleja los intereses reales de la población. Conviene recordar a Franz Hinkelammert, un teólogo de la liberación costarricense. Él definía a la política como el arte de hacer posible lo imposible, pero no a través del voluntarismo sino cambiando la correlación de fuerzas.
¿Cómo podemos hacerlo?
Trabajando con la gente y organizándola. Por eso tenemos una perspectiva enorme. (I)
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Entrevista / Marta Harnecker / escritora y socióloga chilena
“En la izquierda hay la necesidad de entender que la unidad es fundamental”
La politóloga y escritora chilena Marta Harnecker llegó al país para participar en el Encuentro Latinoamericano Progresista (ELAP) y para compartir sus experiencias en planificación participativa con el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS). Analizó la situación de los grupos políticos de izquierda en la región y su denuncia en contra de la restauración conservadora que se manifiestan en las élites y medios de comunicación. A partir de su libro Un mundo a construir: Nuevos caminos, ganador del premio Libertador al Pensamiento Crítico 2014, ¿cómo entender los procesos que se desarrollan en la región? Estamos viviendo nuevos procesos en América Latina a partir de la conquista del Gobierno, que son procesos totalmente distintos a los procesos que se dieron en el siglo XX, cuando se conquistaba el aparato del Estado por vía armada, donde se expropiaba a los capitalistas para instaurar un sistema nuevo. Lo que estamos haciendo es conquistar el Gobierno que es una parte del poder del Estado, a partir de eso se ha ido avanzando a otras conquistas. Se ha entendido que si conquistas al poder por la vía institucional es importante cambiar las reglas. Es por eso que los gobiernos más avanzados han hecho Constituyentes. Con esa base, ¿cuáles son los gobiernos más progresistas? Considero que son Venezuela, Bolivia y Ecuador, ya que son los únicos gobiernos que han hecho Constituyentes y, por lo tanto, tienen una posibilidad mayor de avanzar, porque la institucionalidad nueva favorece el proceso de cambio. ¿Qué implica esto? Se plantea la participación popular, una nueva forma de elegir, las contralorías sociales, una defensa a la naturaleza y unas Fuerzas Armadas al servicio de la sociedad y no de los intereses de las élites. Estos gobiernos tienen grandes desafíos: al iniciarse un proceso, el poder del dinero todavía está en manos de las élites anteriores y el poder mediático con los medios de comunicación son las bombas de hoy. Si tú logras convencer a la gente de que el sistema capitalista neoliberal es bueno, cuesta mucho más hacer procesos para derrotar ese sistema. ¿Cómo hacerlo? No es fácil construir una sociedad que nosotros definimos como humanista y solidaria. El socialismo llamado del siglo XXI se construye con la gente y requiere una gran participación popular. Sin participación, sin organización popular, no se construye el socialismo que queremos construir. Uno de los grandes defectos del socialismo del siglo XX fue que no hubo gran participación y el proyecto no lo sentían suyo. Tenemos que lograr que la gente se sienta construyendo. De su experiencia de participación ciudadana a nivel de Latinoamérica, ¿a Ecuador qué le faltaría? Soy gran admiradora del proceso de ustedes, por muchas razones. Creo interesante el proceso político y creo que es el más eficiente de los gobiernos progresistas de América Latina, pero considero que tiene una gran debilidad. ¿Cuál es esa debilidad? En comparación con Venezuela, donde viví muchos años, siento que el tema de la participación popular es mucho más leve. Allá la gente está organizada desde los consejos comunales hacia arriba. Hay un énfasis grande en la organización popular. Acá veo que la participación está contemplada en la Constitución. Sin embargo, hay pocos casos que se demuestre eso. Lo vi en el cantón Pedro Carbo, en Guayas. Muchas de las soluciones que se dan en Ecuador son tecnócratas, o sea correctas racionalmente, pero no se mide el efecto político. En el libro de su autoría Ecuador: una nueva izquierda en busca de la vida en plenitud, ¿qué destaca del análisis que hace hasta inicios del actual Gobierno? Hago un análisis sobre la tendencia progresista en América Latina a partir de entrevistas y testimonios sobre el movimiento indígena de los 90 hasta los primeros años del gobierno de Rafael Correa. Destaco la historia del surgimiento y lucha indígena, como Pachakutik, el derrocamiento de los gobiernos que precedieron a Correa y el actual mandato. En un gabinete itinerante donde acudí, comprobé que se quiere que la gente controle el Gobierno y acercarse a ella. Pero lo que falta es participación. Los gobiernos no pueden llevar adelante sus tareas si el pueblo organizado no los apoya. Con la firma de la declaratoria de la ELAP, ¿cómo plantean enfrentar la restauración conservadora que ha denunciado el presidente Rafael Correa? La idea de ELAP es que estamos viviendo procesos de construcción de una nueva sociedad en forma diferente a la clase. Esto fue transmitido por Doris Soliz, quien convocó al evento en El Salvador para reflexionar sobre los nuevos desafíos que significan estos gobiernos progresistas. Tenemos que pensar que desde el Gobierno cambiamos las reglas de juego y logramos cambiar mecanismos de participación. La iniciativa de Ecuador fue destacada porque no se había tenido antes una idea tan clara definida respecto a esta temática. La idea es que venimos de una izquierda que supo ser una izquierda destructiva y crítica a la oposición y aún le cuesta ser constructiva. Nuestro proceso es de ir transformando el aparato del Estado porque no estamos contentos con esta máquina que sirve para construir el capitalismo y no para construir el socialismo. ¿Qué se puede hacer? Podemos hacer una serie de cosas para transformar esto, como la Constituyente, parlamentarismo de calle que se hace, por ejemplo, en Venezuela. Transformar las fuerzas Armadas. ¿Cuál es el problema que enfrenta la ideología de izquierda? El hecho de pasar de una izquierda de oposición a una izquierda constructiva. La necesidad de entender que el tema de la unidad es fundamental y se construye con acciones prácticas y dar propuestas a la comunidad. Antes se discutía la izquierda por sus ideas. Ya no importa si eres radical o menos radical, la idea es dar soluciones. La gente no cree en los políticos y está cansada de las promesas incumplidas de campaña. Frente a esto la gente necesita coherencia entre el discurso y la acción. Lo que la izquierda tiene que hacer no es dar declaraciones ideológicas sino propuestas. Una de las políticas del neoliberalismo es fomentar la fragmentación política y social, mientras más grupos políticos, mejor; que divididos es más difícil que se gobierne. ¿Se ha hablado del reemplazo del expresidente venezolano Hugo Chávez a nivel regional? Hay figuras, Correa tiene características importantes, pero también las tiene el presidente boliviano Evo Morales. Quien viene del movimiento social entiende sobre las contradicciones inherentes a los gobiernos que tienen tanta relación con los movimientos. Hay un ritmo del Ejecutivo y de los movimientos. El tema es como resolver estas contradicciones. Evo ahí tiene muchas enseñanzas. ¿Qué opina de que se haga una consulta popular para que la ciudadanía decida sobre la enmienda constitucional de reelección indefinida de autoridades de elección popular? Creo que las consultas populares son nuestro punto fuerte. Su discurso tiene que ser hecho casa por casa. Si creo en el proyecto político y hay gente que se opone a ello es porque no hemos sido capaces de explicarles lo suficiente. Las consultas son un espacio para que nuestra militancia explique el proyecto a cada hogar y en ese sentido hacer un trabajo que rompa con la influencia que tengan los medios de comunicación donde la gente recibe el mensaje que distorsiona el proyecto político. ¿Los enlaces ciudadanos son espacios o herramientas para transmitir el proyecto político? Creí que todo el mundo estaba informado por este espacio, pero me doy cuenta de que mucha gente no lo oye o lo mira. Hay que buscar cómo repetir los mensajes pedagógicos que hace el presidente Correa y a los militantes de Alianza PAIS se los formaría con esos enlaces para crear organización.
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