Los cubanos salen a relucir en la propuesta apoyada por Trump
para reducir la inmigración legal, Sur de la Florida.
August 03, 2017 El presidente Donald Trump está apoyando una propuesta de ley republicana presentada el miércoles que podría reducir la inmigración legal en un 41 por ciento en el primer año y un 50 por ciento en 10 años. De aprobarse la nueva ley, llamada RAISE, reduciría significativamente la inmigración legal mediante la imposición de un sistema basado en el mérito y no en los lazos familiares.
El proyecto de ley crearía un nuevo sistema basado en puntos para los solicitantes que quieran ser residentes permanentes legales, favoreciendo a quienes puedan hablar inglés, tengan ofertas de trabajo bien remuneradas, puedan sostenerse económicamente y ofrecer habilidades que contribuyan a la economía de Estados Unidos. Cuando el principal asesor del presidente Donald Trump se dirigió el miércoles a varios reporteros para defender la nueva propuesta de inmigración del gobierno, salió a relucir Miami.
¿Por qué Miami? Por los cubanos del Mariel. En su defensa de la propuesta, el asesor Stephen Miller mencionó un estudio sobre el éxodo del Mariel en 1980, que trajo a unos 130,00 refugiados cubanos, como prueba de que permitir más inmigrantes poco calificados hace daño a los trabajadores norteamericanos.
“Como resultado de este flujo histórico de inmigrantes poco calificados, ha habido un cambio que ha desplazado la riqueza de la clase trabajadora a las corporaciones y negocios”, dijo Miller en una conferencia de prensa en la Casa Blanca. Un estudio reciente citado por Miller, de George Borjas, profesor de la Universidad de Harvard y de origen cubano, afirma que el éxodo del Mariel provocó una baja del 30 por ciento en el salario de muchos miamenses que habían abandonado la educación secundaria, muchos de ellos afroamericanos.
No obstante, en la actualidad la inmigración legal proveniente de la isla es baja en comparación con otros países latinoamericanos. En el 2016, los cubanos recibieron 9,131 visas para emigrar a Estados Unidos, de las 20,000 visas anuales aprobadas durante el gobierno de Bill Clinton en 1995 para poner fin a la llamada Crisis de los Balseros.
En comparación, México recibió 89,234 visas en el mismo año fiscal, mientras que los dominicanos recibieron 53,339 visas para emigrar, los haitianos 18,810 y los salvadoreños 14,339. En marzo, Estados Unidos otorgó 882 visas a los cubanos, la mayoría —310— fueron visas de la categoría IR-5, que permite a los ciudadanos estadounidenses traer a sus padres. Esa categoría sería una de las afectadas por la propuesta republicana de inmigración, que tiene por fin eliminar la prioridad que se da a los familiares lejanos o a los parientes adultos, dándole más prioridad a cónyuges o hijos menores de edad. ++++++++++++++++++++++++++
Por KEN THOMAS y JILL COLVIN Associated Press. August 02, 2017
WASHINGTON. El presidente Donald Trump apoyó el miércoles el proyecto de ley de dos senadores republicanos que impondría nuevos límites a la inmigración legal y trataría de crear un sistema basado más en mérito y habilidades que en lazos familiares. Trump respaldó la iniciativa de los senadores republicanos David Perdue, de Georgia, y Tom Cotton, de Arkansas, que hasta ahora ha tenido poca repercusión en el Senado. Trump anunció su apoyo en la Casa Blanca, acompañado de ambos senadores. El mandatario agregó que de ser aprobada, sería "la reforma más significativa al sistema de inmigración en medio siglo".
La lucha contra la inmigración ilegal es una de las características sobresalientes del gobierno de Trump, que ha intentado cancelar los subsidios federales a las ciudades que se niegan a colaborar con el gobierno en la detención y deportación de los inmigrantes que están en el país sin autorización. Pero también ha prometido enmendar el sistema de inmigración legal con el argumento de que los inmigrantes compiten con los estadounidenses por los trabajos y deprimen los salarios.
La mayoría de los economistas discrepan con el argumento del presidente, y señalan que la inmigración de décadas recientes aparentemente no ha deprimido salarios a largo plazo. El aumento de la inmigración también está asociado con el rápido crecimiento económico porque el país está sumando más trabajadores, así que restringir la cantidad de inmigrantes podría aminorar el potencial de expansión de la economía. Quienes apoyan la ley, entre tanto, dicen que ésta haría al país más competitivo, aumentaría los salarios y crearía trabajos.
La iniciativa de Perdue y Cotton reemplazaría el actual proceso para obtener residencia permanente legal, o tarjeta verde, creando un sistema de puntos basado en las destrezas de los solicitantes a fin de darles visas de trabajo. La medida también eliminaría la preferencia para los familiares adultos y familia extendida de los residentes estadounidenses, a la vez que mantendría la prioridad para las parejas e hijos menores de los solicitantes. La iniciativa también intentaría recortar la cantidad de refugiados a la mitad y eliminar un programa que ofrece visas a países con bajos índices de inmigración.
Cotton dijo a la prensa que el proyecto duplicaría el número de residencias permanentes disponibles para trabajadores altamente calificados y no afectaría otros programas para trabajadores altamente o poco calificados, como las visas de los programas H1-B y H2-B. La Organización Trump ha solicitado decenas de visas H2-B para trabajadores extranjeros para los clubes privados de Trump, como Mar-a-Lago en Florida.
La Casa Blanca dijo que apenas uno de cada 15 inmigrantes llega a Estados Unidos debido a su calificación, y que el sistema actual no da prioridad a los altamente calificados. Pero el Senado ha dado poca atención a la medida. Ningún otro senador la ha suscrito como copatrocinador. Los líderes del Partido Republicano no se han mostrado inclinados a votar sobre inmigración este año, y los demócratas desestimaron la propuesta rápidamente.
"En esencia, se trata de recortar la inmigración en medio millón de personas, inmigración legal, no tiene mucho sentido", dijo el líder de la bancada minoritaria del Senado, el demócrata Charles Schumer, representante de Nueva York, que calificó la propuesta como "no viable". La iniciativa favorecería a quienes hablan inglés, tienen ofertas laborales con salarios altos, pueden mantenerse financieramente a sí mismos y tienen destrezas que contribuirían a la economía estadounidense. En el 2015 se emitieron un poco más de un millón de tarjetas verdes. ++++++++++++++++++++
Por JOSH BOAK y ASTRID GALVÁN Associated Press
August 03, 2017. WASHINGTON
La legislación apoyada por Donald Trump que busca restringir la llegada de inmigrantes a Estados Unidos se basa en algunas premisas sin mucho sustento, como la idea de que el país está invadido por extranjeros con permiso de residencia que cobran sueldos bajos y les quitan trabajos a los nativos. Trump dio todo su respaldo el miércoles a una propuesta de ley de los senadores republicanos David Purdue y Tom Cotton, que describió como “la reforma de nuestro sistema de inmigración más significativa en medio siglo”.
Un vistazo a sus afirmaciones sobre la propuesta:
TRUMP: "El obsoleto sistema actual hace que bajen los salarios de nuestros trabajadores más pobres y pone mucha presión sobre nuestros contribuyentes”.
LOS HECHOS: Esa afirmación no es avalada por las últimas investigaciones económicas.
Muchos economistas cuestionan un estudio mencionado por la Casa Blanca, según el cual los inmigrantes poco calificados hacen que bajen los sueldos. El economista de Harvard George Borjas dijo que la llegada de miles de refugiados cubanos a Miami en la década de 1980 hizo que se redujesen los sueldos de trabajadores poco calificados, pero se ha cuestionado la metodología usada en ese trabajo. Buena parte de los estudios más recientes indican que la inmigración no ha tenido mayor impacto en las oportunidades laborales de los trabajadores nacidos en el país.
La mayoría de los economistas coinciden en que los beneficios de la inmigración son superiores a los costos, postura que fue refrendada en abril por 1.470 economistas, incluidos seis ganadores de premios Nobel, en una carta enviada al Congreso.
Las últimas investigaciones señalan asimismo que en muchos estados los beneficios derivados del consumo y de los impuestos que pagan los inmigrantes son superiores a los gastos que generan al gobierno. En Carolina del Norte, por cada dólar empleado en educación y salud, la economía recibió 11 dólares de los residentes hispanos --incluidos los que están en el país sin permiso de residencia-- en consumo e impuestos, de acuerdo con James Johnson, demógrafo de la Universidad de Carolina del Norte con sede en Chapel Hill.
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TRUMP: "El RAISE Act evita que nuevos migrantes y nuevos inmigrantes reciban beneficios e impide que los trabajadores estadounidenses sean desplazados. Eso es algo muy grande. No van a venir y recibir beneficios (sociales) de inmediato”. El Raise Act es la propuesta de ley que crearía un sistema inmigratorio basado en méritos.
PERDUE: "El 50% de los hogares de inmigrantes legales participa en nuestro sistema de bienestar social”.
LOS HECHOS: El 50% es una exageración, a menos que se haga una definición muy amplia de lo que constituye un servicio social.
Aproximadamente el 58% de las familias de inmigrantes con hijos han recibido “alguna forma de beneficios”, comparado con el 42% de las familias con hijos nacidas en Estados Unidos, de acuerdo con la Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina. Esto incluye almuerzos subsidiados o gratis que ofrecen las escuelas para niños de bajos recursos, cuyos padres no han solicitado beneficio alguno al estado.
En cuanto al programa de cupones alimenticios conocido como SNAP, el 27% de los hijos de inmigrantes reciben ese beneficio, comparado con el 25% de los hijos de personas nacidas en el país, según un análisis del Instituto de Políticas Migratorias del 2015.
TRUMP: "Por décadas, Estados Unidos... ha operado un sistema de inmigrantes muy poco calificados, concediendo cantidades récord de tarjetas verdes (permisos de residencia) a inmigrantes que cobran sueldos bajos”.
LOS HECHOS: El presidente ignoró el hecho de que los inmigrantes son cada vez más educados que las personas nacidas en Estados Unidos. Esto hace que sea más factible que cobren salarios decentes y que no dependan de la ayuda del estado.
El Centro de Investigaciones Pew dijo en el 2015 que el 41% de los inmigrantes que llegaron en los cinco años previos tenían títulos universitarios, lo que constituye un porcentaje mucho más alto que el de los no inmigrantes, que es del 30%. Un 18% tenían títulos avanzados, otro porcentaje significativamente más alto que el de los nativos.
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