Fernando Zegers, ginecólogo especialista en medicina reproductiva:
“Sería una vergüenza para el país que no se apruebe la causal de violación”
Andrea Moletto 21 Junio, 2017
Fernando Zegers ha sido una voz relevante desde los años 80 sobre políticas públicas en sexualidad y reproducción en Chile y el mundo. Aquí las ha peleado todas: la fertilización asistida, la píldora del día después y el aborto. En la ONU, logró detener la clonación humana para fines reproductivos. Hace unas semanas fue nombrado Profesor Emérito de la Universidad Diego Portales, donde además dirige el Programa de Ética y Políticas Públicas en Reproducción Humana. No avala posturas sin evidencia científica ni comandadas por alguna religión. Para él, es evidente que el poder de la Iglesia Católica, ligada a poderes económicos, hace difícil legislaciones más liberales. De hecho, comparado con lo que fueron las políticas de anticoncepción a fines de los 60, cree que nos hemos estancado: “Hay mucho menos capacidad de avanzar en libertades, autonomía y hacia el respeto por los individuos que antes”, asegura. Aquí, cuenta cuando se enfrentó al Cardenal Fresno y al ex ministro Mañalich; habla de la adopción homoparental, del dilema legal de dar reconocimiento a dos madres y deja en claro por qué el derecho de una mujer está por sobre el de un embrión.
¿Qué crees que nos ha pasado que no hemos avanzado en materia de libertades?
-Desde los 70 en adelante, por los grandes descubrimientos científicos, que pusieron al hombre en control de su reproducción, aparece la bioética, una disciplina que trata de definir los mínimos morales y se comienza a generar marcos regulatorios, que es algo bueno. Lo malo, es que el extremismo religioso ha influido en todo el mundo. Y en la Iglesia Católica ha surgido un movimiento conservador extremadamente fuerte que se ha alejado de la gente y se ha puesto intelectual. Y no es sorpresa de nadie que la Iglesia en nuestro país está ligada a poderes económicos y capacidad de decisiones que hace difícil legislaciones más libres.
Una vez fuiste a un programa de televisión con el Cardenal Juan Francisco Fresno con quien tuviste un enfrentamiento no menor.
-Eso fue el 87, justo después que salió el documento vaticano Donum Vitae. El único documento que existe hasta ahora con relación a la fertilización asistida de la Iglesia Católica… Te recomiendo que lo bajes y lo leas, porque vas a quedar asqueada.
¿Qué dice tan terrible?
-Que los niños nacidos de fertilización in vitro carecen de la perfección que es querida, debida y propia cuando la procreación resulta del acto conyugal, eso es casi literal.
Y cuando te enfrentas al cardenal en la televisión, ¿cómo fue?
-Él me dice: “Usted viene hablar de reproducción y yo vengo hablar de Dios”. Yo le respondí: “Yo no vengo hablar solo de reproducción, vengo a dejar que Dios hable a través mío”.
Ja,ja,ja, le dio ataque…
– Eso lo hablamos en maquillaje antes de salir. Fue para ponerlo en contexto, que aquí nadie habla de Dios en particular.
Leí que el encontrón fue más duro, porque el cardenal trataba los nacidos por fertilización asistida como “entes” y tú golpeaste la mesa y le dijiste: “Cardenal, si yo le muestro una guagua nacida de reproducción espontánea y otra de fertilización asistida, ¿usted podría decirme quién goza de perfección? ¿quien está bendecida por Dios? Lo que usted dice es atroz”…
-Bueno, afortunadamente el programa se fue a comerciales y nunca más nos encontramos.
¿Por qué sigues participando en foros en la televisión? Te vi en uno donde se debatía de las tres causales de despenalización del aborto y una joven de Voces Católicas era de una ignorancia escandalizadora…
-…y de una violencia también…
¿Por qué sigues yendo a esos foros?
-Porque siento que es una necesidad. He venido discutiendo de la fertilización in vitro, la anticoncepción de emergencia, el aborto… Y fíjate, yo nunca he hecho un aborto. Y ya no lo hice, porque dejé de hacer cirugía y sin embargo, soy el único médico que defiende el aborto en Chile. Cuando me fui becado a Inglaterra el 79, el director me dice que los martes era mi día de termination, que es hacer abortos. “No hago abortos”, le dije. “Tú estás becado y tienes que hacer lo que dice el hospital, si no te puedes ir a Irlanda”, dijo. Pero yo le expliqué que estaba becado por la Organización Mundial de la Salud y que tenía autonomía para decidir. Era un pendejo en ese tiempo, pero así era y así he sido yo. Yo no defiendo el aborto porque me gusta o porque creo que es bueno, sino porque defiendo a las mujeres. Ese es mi objeto de defensa.
En esos foros te enfrentas a mucha ignorancia y confusión, como cuando se habla de mórula, feto, guagua, persona, como si todo fuera lo mismo.
-En una discusión en la Cámara de Diputados, traté de hacerles entender que el embrión de cualquier mamífero es igual y que los procesos biológicos para llegar a ser una mórula o un feto en el hombre, en el ratón o en el mono son los mismos. Esto para explicar que uno no debía definir como niño a un embrión. Se tenía que aplicar definiciones comunes a todos, porque eran todos los mismos procesos. Tampoco se habla de mono, sino de embrión de mono y que al final, la perfección en el desarrollo es la misma y que ellos no podrían diferenciar un embrión de una especie o de otra. La misma dignidad está en toda la naturaleza. Bueno, lo que salió después de eso fue: “Fernando Zegers está a favor del aborto porque piensa que los embriones humanos son iguales que los de los ratones”. Eso fue todo. Entonces claro, con un racionamiento un poquito elaborado, se pierden, pero así he sobrevivido.
En la discusión en Chile sobre el aborto, ¿cuál es la aberración científica más frecuente que se usa en los mal llamados grupos pro vida?
-No hay tantos errores científicos, las interpretaciones son las que cambian. Cuando la gente dice que luego de ser fecundado un óvulo hay un nuevo individuo, eso es cierto. Hay un genoma nuevo y esa estructura celular es de la especie humana, si es de humano, y de ratón, si es ratón. El tema es cómo pasas de esta estructura celular a llamarlo persona y que tenga los derechos de una persona y que estos sean iguales a los de la mujer. Ese es el asunto. Y la Corte Interamericana de Derechos Humanos fue categórica en esto en su fallo del 2012, a raíz del caso de Artavia Murillo de Costa Rica, que presentó una demanda porque el país prohibió la fertilización in vitro. Esta fue la primera vez que una corte internacional falla en temas de derechos reproductivos y lo más relevante que dice es que quien tiene derecho es la persona y no el embrión. “El embrión no puede ser entendido como persona”, dice textual. Que el paso de ser embrión a persona es dinámico, que no se adquiere de manera inmediata y que los derechos del embrión se expresan a través de la mujer y no directamente en él. Y que debe primar siempre el derecho de la mujer por sobre el derecho de los embriones.
Un fallo histórico.
-Lo es y va más allá, interpreta también el artículo 4.1 de la Convención Americana de Derechos Humanos, que es el artículo fundamental del derecho a la vida. La Corte europea, americana y la africana, tienen como uno de sus primeros artículos que todas las personas tienen el derecho a la vida. La diferencia entre las convenciones es que en la americana se agrega, “y en general desde la concepción”.
Una frase compleja.
-Claro. Lo primero es definir qué es concepción, según la RAE es “estar preñada la hembra”. Es decir, estar embarazada, no es generar un embrión. Y acá en Chile han homologado concepción a la fecundación. La Corte Interamericana de Derechos Humanos, decidió definir que la concepción se refiere a embarazo, justamente por la fertilización in vitro. Y el otro elemento importante de esa frase es, “y en general”. Esto significa que hay excepciones. Muchos países usan esta frase porque tienen aborto terapéutico, por lo tanto se aseguran que siempre prime el derecho de la mujer y de la persona. Así está estructurado en el derecho internacional.
¿Cuándo ese feto o embrión se constituye una persona para ti?
-Legalmente cuando nace. De ahí se es persona. Nunca lo he querido definir en términos de un día o una semana, pero no hay duda que desde que hay viabilidad uno debiera protegerlo de una manera distinta. De hecho hay definiciones distintas. Una interrupción de un embarazo antes de las 22 semanas es un aborto, y uno después de las 22 semanas se define como mortinato, ahí lo que se haces es una inducción de un parto prematuro. Cuando hay viabilidad uno podría decir que hay una persona en potencia, más que potencialmente una persona. Y esto tiene que ver con biología, porque la mayor parte de las pérdidas espontáneas y los abortos ocurren antes de las 22 semanas. Por eso es potencialmente una persona. Pero persona se es al nacer.
¿Por qué se escucha tanta tontera cuando se discute el tema del aborto?
-Porque la gente es poco culta en Chile. Lee poco, se instruye poco, pero opina mucho. Sin embargo, este tema es complejo en todas partes. En Escocia, el acceso a la interrupción del embarazo es libre y pese a esto, los centros que tienen programas de aborto cada cierto tiempo tienen manifestaciones afuera. En el Reino Unido pasa lo mismo. Está bien que se manifiesten si quieren hacerlo, pero no impedir que se hagan.
En Chile las fundaciones pro vida hacen su buena campaña, debe haber una cantidad importante de dinero para que empujen este tema.
-Bueno, cuenta la plata que la Universidad de Los Andes, que es del Opus Dei, recibe en donaciones. El otro día lo leí en el diario, recibe aportes por más de 2.800 millones de pesos. Uno podría decir que son aportes a la educación, pero no van a un fin general, van a esa universidad y no a otra.
¿Te parece aberrante?
-¿De dónde viene el financiamiento para las fundaciones pro vida?, de personas que están convencidas y que tienen dinero, pero cuántos son en el país. ¡Mínimos! Las encuestas dicen que la gran mayoría de los chilenos está a favor de todas estas causales, los que están en contra son muy pocos, pero muy influyentes.
¿Se puede ser liberal y estar en contra del aborto, tal como dice el candidato Felipe Kast?
Nunca entendí muy bien lo que quiso decir. Lo que él no debe hacer, como buen liberal, es imponer su concepto de bien y de mal al resto de la sociedad. Entonces, si Felipe Kast se define como liberal debe aceptar que su particular manera de vivir la moral no debe ser impuesta en otros y debe, por lo tanto, permitir que las personas liberales como él recurran al aborto en las causales en discusión. Sería su obligación propender a que se generen las instancias gubernamentales para que el liberalismo, se exprese de la mejor manera posible.
ABORTO VIOLACIÓN
Has defendido el aborto por violación.
-No tengo dudas. Por qué alguien va a tener que llevar adelante un embarazo y cargarle la vida a una persona que la ha violentado de esa manera y además perpetuar los genes de un violador, ¿quién quiere hacer eso? Y si lo quiere hacer, bendita sea. ¿Pero forzarla?, significa que las mujeres no tienen exactamente ni un derecho. Me parece absolutamente inhumano.
La despenalización del aborto en tres causales está aún en trámite, ¿qué te parece si no se aprobara la causal de la violación?
-Sería una vergüenza para el país y para los legisladores. Como dijo muy bien Agustín Squella, ¿que argumento justifica que un legislador le otorgue autonomía de conciencia al médico y se la niegue a una mujer que sufre? Con el agravante que el médico está en una situación de poder y la víctima de una violación está en una situación vulnerable. Sería vergonzoso y despreciable que Chile le niegue una vez más a la mujer la posibilidad de vivir su vida privada sin interferencias invasivas y abusivas.
Has dicho que si se aprueban las tres causales hay que ponerse de acuerdo en el cómo.
-En esto debe estar involucrado el Estado; los procedimiento deben ser bien hechos, que no dejen secuelas, las muchachas deben ser bien acogidas y no pésimamente tratadas como es en la actualidad por las matronas, el auxiliar, el personal médico como si fueran alguien excluido. Y luego debiera haber un seguimiento con un sicólogo o un asistente social, que vea cuáles son los factores de riesgo para que esto no se repita, que la apoye bien. El aborto no es sacar lo que hay y chao.
Estás en contra del aborto libre, ¿por qué?
-En el 79, cuando estaba en Inglaterra, el aborto era legal desde 1969 y vi una presentación en la que se mostraba un gráfico donde el número de solicitudes de segundos abortos, en menores de 18 años era una línea ascendente. Y la conclusión del médico era que había que ampliar la red de centros de aborto. Me acuerdo que me paré y le dije, ¿pero cómo puede ser esta la conclusión? Lo que usted está diciendo es una tontera, hay que analizar por qué niñas requieren un segundo o un tercer aborto. Estaban usando el aborto como método anticonceptivo. Andabas en el metro en Londres y en todas partes podías ver dónde hacerte un aborto, pero en ninguna parte veías cómo acceder a métodos anticonceptivos. Holanda tiene un aborto con libre demanda, y es probablemente el país del mundo con menos abortos, porque tiene una muy buena red de anticoncepción. Cuando lleguemos a un nivel así de cobertura de anticonceptivos, entonces me da lo mismo lo que legislemos.
No estás en contra del aborto a libre demanda por un asunto moral, sino porque crees que es una mala política pública.
-Siempre hay una razón para hacerse un aborto y puede haber una sensación de alivio, pero no está libre de dolor. No es un hecho inocuo.
No sé si siempre hacerse un aborto es un dolor.
-En esto hay montón de bemoles. La mayor parte de los abortos son con químicos, por lo tanto no hay un acto traumático y casi no hay conciencia de estar preñada. Pero cuando hay conciencia de estar embarazada hay un dilema y eso es un dolor. Puedes decir que hacer una cosa te produce menos dolor que otra, pero eso no está libre de trauma.
Hay que tomar una decisión, pero no siempre es un dilema traumático.
-La verdad es que tienes que entrevistar a mujeres. Hay mucha literatura, muy mala a mi juicio, porque la he estudiado, que sugiere que hay un efecto traumático post aborto. La buena literatura, que son los estudios longitudinales de Dinamarca, Inglaterra y otros países, que tienen estadísticas vitales, no demuestran que haya una mayor prevalencia de enfermedades siquiátricas como consecuencia de hacerse un aborto. Pero yo no hablé de enfermedades siquiátricas, hablé de dolor. Y el dolor uno lo resuelve.
LIBERTAD DE CONCIENCIA
Una de las discusiones en la despenalización del aborto se ha dado con respecto a la objeción de conciencia. ¿Cómo se debiera enfrentar ese tema?
-La objeción de conciencia es una forma de expresión de la libertad de conciencia. Su opuesto es el compromiso de conciencia, en el que la persona siente que es su obligación hacer un acto determinado; en este caso interrumpir el embarazo. En un país no totalitario se debe respetar por igual la objeción y el compromiso de conciencia. Debe haber objeción de conciencia en el proyecto de ley y estamos luchando porque haya espacio para compromiso de conciencia con relación al aborto. El comité de Ética del Colegio Médico, reconoce que es el equipo de salud directamente involucrado en el procedimiento el que debiera tener acceso a objetar (anestesista, arsenalera, matrona y medico). Pero la objeción de conciencia tiene limitaciones. El objetor debe asegurarle a la paciente que por el hecho de objetar, su salud no se verá afectada y debe asegurar su derivación en perfectas condiciones. De todos modos, si uno trabaja en el sistema nacional de salud pasa a ser un servidor público y está obligado a cumplir con las ordenanzas del ministerio. La libertad de conciencia es para vivir su vida privada, pero no para servir al pueblo
El rector de la Universidad Católica ha sido categórico: “En nuestra red no se harán abortos”, ha dicho.
-La Universidad Católica no puede argumentar que va a contravenir una ley por cuestiones de objeción de conciencia pues las instituciones no tienen conciencia; esa es una propiedad de las personas. Si la Universidad Católica respeta la libertad de conciencia de sus profesionales, debe aceptar entonces que habrán profesionales que harán abortos pues objetan conscientemente la ordenanza católica. La Universidad Católica tiene todo el derecho a decidir qué política implementar, pero el Estado tiene el derecho y el deber de poner sus recursos en aquellas instituciones que actúan en consonancia con sus políticas públicas. Sería razonable entonces que fondos públicos, como los fondos destinados a los programas de salud de la mujer, se entreguen sólo a instituciones que cumplen con la ley.
BACHELET Y PIÑERA
Has colaborado en distintos gobiernos en temas de medicina reproductiva, ¿Cuál ha sido tu experiencia?
-Durante el gobierno de Piñera dirigí el grupo que elaboró el reglamento de cómo debiera funcionar el Servicio Nacional de Salud en términos de fertilidad. Escribimos una guía incluyendo la fertilización in vitro, la congelación embrionaria, la donación de óvulos, etc. Tiempo después, nos llama el ministro Mañalich para que firmáramos el reglamento antes de difundirlo. Pero al verlo nos dimos cuenta que la parte de la reproducción asistida no estaba.
¿Y qué hicieron?
-Le dije al ministro que así no se firmaba. Y la reunión duró un minuto y medio. Este gobierno también nos citó y sacamos una guía en la que el ministerio reconoce la infertilidad como una enfermedad del sistema reproductivo, acepta la fertilización in vitro y todas las técnicas asociadas.
¿Por qué durante el gobierno de Piñera querían sacar la parte de la fertilización asistida?
-Por las presiones de la UDI.
¿Crees que un gobierno de Piñera puede ser un retroceso en políticas públicas como la fertilización asistida?
-Esta guía pasó por todas las comisiones y fue firmada por la ministra actual. No hay vuelta atrás, de hecho creo que puede haber más acceso en un gobierno de Piñera. Él ha dicho que quiere favorecer la fertilidad y cuando uno mira las tasas de crecimiento de nuestra población, lo mejor que podría hacer cualquier país es promover la fertilidad, ayudar a la gente a que tenga hijos. No que tenga terceros, quintos o sextos hijos, porque eso deteriora la calidad de vida de la familia. Pero sí que tenga uno o dos.
¿La Nueva Mayoría se ha visto interesada en ampliar ese programa?
-Desgraciadamente, el gobierno de Piñera ha funcionado mucho mejor que el de la Bachelet. Han tenido grandes ideas, pero han sido muy ineficientes en la ejecución. Es verdad, logramos sacar íntegramente la guía ministerial de fertilización, sin embargo la cobertura de Fonasa ha sido menor que la que dio el gobierno de Piñera.
¿Te decepciona esto viniendo de un gobierno de izquierda?
– No sé si es decepción la palabra. Yo a la presidenta la quiero mucho y he colaborado con ella en muchos aspectos desde que era ministra, pero es una cosa de estructura. Son poco rigurosos.
¿Debiera seguir gobernando una alianza de centro-izquierda?
-Yo estoy muy confundido a este respecto, porque se requiere rigor. Es fundamental en este país en tener orden, ser capaz de ejecutar cosas. Gran parte de las reformas son muy buenas, pero se han desmoronado casi todas, por una mala ejecución. Le tengo susto a este grupo.
DOS MAMÁS
Qué te parece que una pareja de mujeres, que se hacen fertilización in vitro solo una de ellas legalmente sea la madre?
-El tema es legal, porque a nadie emocional y socialmente se le impide ser mamá, es decir vivir como tal.
Claro, según la ley es madre solo aquella que ha parido.
-No es más mamá que la que lo parió. He revisado en otros países el tema de la doble maternidad para parejas lesbianas y no he visto ninguna legislación que aborde el tema otorgando doble maternidad. En general, hacer una ley especial de maternidad para parejas del mismo sexo lo encuentro peligroso pues es una forma de discriminación positiva. Cuando una sociedad decide que discriminar es una buena política pública, se corre el riesgo que lo que en un día fue una discriminación positiva, en otro tiempo pasa a ser negativa. Lo central es evitar la discriminación.
Pero sus derechos debieran ser igual a los de la otra madre.
-A la de la pareja, no de la madre. Lo que se debe corregir es la manera en que los acuerdos societarios o civiles dan garantías. Por ejemplo, que si la madre biológica muere, los hijos queden con la pareja, independiente de su sexualidad. Igual como sucede en una pareja heterosexual. La legislación debe buscar el más alto interés para el niño, aquello que le asegure mejor bienestar.
Piñera, sobre la adopción homoparental ha dicho que, “para un niño lo mejor es tener una figura materna y paterna”. Tú haces fertilización asistida a parejas del mismo sexo, ¿qué te parece esta declaración?
-Pienso que Sebastián Piñera concuerda conmigo que lo fundamental para un niño es tener a su alrededor personas que lo quieran, lo cuiden y lo protejan. Se han hecho muchos estudios en hijos e hijas de mujeres lesbianas y la evidencia demuestra que la orientación sexual de los hijos de mujeres lesbianas no se ve afectada por la condición sexual parental. Y que el bullying al que están sometidos los niños en el colegio, al menos en el Reino Unido, no difiere del bullying al que están sometidos niños obesos o con discapacidades físicas serias. Es evidente que las parejas heterosexuales no son garantía de un adecuado ambiente para el crecimiento y desarrollo infantil. De hecho, hay mucha más violencia familiar en hogares donde vive un hombre y una mujer que en hogares con dos mujeres que se quieren. En relación con parejas homosexuales masculinas, hay mucho menos experiencia empírica.
El desarrollo de la medicina reproductiva plantea muchos dilemas, algunos aterradores, como decidir a quiénes voy a dejar nacer, el uso de información genética para discriminar, en fin…¿No te aterra todo lo que viene?
-No voy a vivirlo, voy a morir antes. Pero aterrarse es una palabra que no sirve para nada. Porque no hay límite en la ciencia. La ciencia no va a parar y nos va a sorprender siempre y es absolutamente incontrolable. No es hacia dónde va ir la ciencia, el tema es qué hacer con ella, cómo caminar con ella. El desarrollo de la ciencia trae consigo beneficios enormes, pero a la vez que podemos estar mucho más controlados y perder nuestra individualidad y nuestra autonomía. Tengo conciencia de esto. Pero la sociedad puede protegerse. En Naciones Unidas yo inicié la convención en contra de la clonación. Fui quien el 2002 dio el discurso a todos los países presentes en la ONU, justamente para detener la clonación con fines reproductivos. Y lo paramos. Hay una comunidad internacional que está extremadamente concientizada de lo ilegal e inmoral que es discriminar.
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