domingo, 11 de septiembre de 2016

Campamento Nueva La Habana 6:

Campamento Nueva La Habana 6:
CAPITULO IV
Profundización y quiebre (octubre de 1972 a diciembre de 1973)

Entre el paro patronal de octubre de 1972 y el golpe de Estado de septiembre de 1973 se desarrolló la última etapa de la experiencia de organización y politización revolucionaria de los pobladores del campamento Nueva La Habana, la que estuvo marcada, al igual que la lucha política a nivel nacional, por el problema del desabastecimiento y la agudización de los conflictos políticos y de clase. En este momento los pobladores profundizaron los cambios en sus modos de vida, en torno, principalmente, a la experiencia del Frente de Abastecimiento, el Almacén y la Canasta Popular. Finalmente, posterior al quiebre histórico que marcó el golpe de Estado, entre septiembre y diciembre de 1973 dicha experiencia fue desarticulada por la dictadura militar.

2° Aniversario del campamento Nueva La Habana, noviembre de 1972.

Profundización
El paro de octubre y la respuesta de la Unidad Popular

“Un muerto y un herido grave, más de 400 personas detenidas entre dirigentes, dueños y chóferes de camiones, bloqueo de carreteras y desabastecimiento de combustible y otros elementos de primera necesidad, era el balance que había arrojado hasta las últimas horas de anoche (11 de octubre) el paro indefinido decretado por la Confederación Nacional de Dueños de Camiones de Chile a lo largo de todo el país.

Junto con esto, el gobierno entregó perentorias órdenes a los intendentes y Carabineros, para que actuaran con el máximo rigor contra todos aquellos que aparecieran implicados en este movimiento. Esto significó la aprehensión de centenares de personas a lo largo del país, todas las cuales serán procesadas por infracción a la Ley de Seguridad Interior del Estado.”312

De este modo informó El Mercurio sobre el inicio del “paro de octubre”, el que buscó parar completamente la economía del país, a través de una huelga indefinida y generalizada de los gremios patronales, con el objetivo de debilitar al gobierno y generar las condiciones para su derrocamiento por una vía institucional o a través del golpe de Estado.

Si bien “el paro” fue originado y sostenido desde los gremios patronales y las masas de los sectores medios, la oposición política al gobierno, la DC y

312 El Mercurio, 12 de octubre de 1972, p.1
el PN, buscaron, en distintos grados, terminar con la experiencia chilena de transito pacifico al socialismo a partir de esta movilización. El objetivo era uno: poner fin al gobierno de Allende.
Los principales hechos de la huelga patronal pueden resumirse de la siguiente forma: El 9 de octubre, la “Confederación de Dueños de Camiones (inició) un paro nacional de duración indefinida por la nula respuesta a sus reivindicaciones gremiales… el gobierno (reaccionó) con dureza, (decretando) Zona de Emergencia, en diez provincias, las cuales (quedaron) desde ese momento bajo jurisdicción militar, (requisó, además,) camiones y (ordenó) detener a los dirigentes gremiales… lo que (desencadenó) una ola de movimientos de solidaridad e (involucró) a los colegios de profesionales y a las organizaciones estudiantiles, dirigidas por la oposición,” (en la huelga). El objetivo de la derecha fue generar un “enfrentamiento decisivo, donde el caos de la paralización del país (demostrará) a los militares que (eran) el único recurso de defensa de la institucionalidad… sin embargo esta generalización (del conflicto fue) parcial y limitada. El movimiento no (pudo) desbordar su base burguesa y de capas medias.
Al mismo tiempo el gobierno (inició la formación) de un aparato de emergencia… que le (permitió) mantener el sistema económico funcionando… la izquierda (vivió) estos momentos como una epopeya, (sus bases populares de apoyo fueron) activadas, exigiéndose de ellas esfuerzos de iniciativas, organización y disciplina, (las que respondieron logrando mantener la economía en relativo funcionamiento, fue aquí donde surgieron las llamadas experiencias de poder popular como los Cordones Industriales y Comandos Comunales). Entre el 17 y el 24 (el conflicto entró) en la fase de endurecimiento… por el ingreso al paro de los médicos (y la) negativa de los presidentes de ambas ramas del congreso a dialogar con Allende… (él que respondió) cancelando la personalidad jurídica de la organización de empresarios industriales y de la Confederación de la Producción y del Comercio y desencadenando una nueva ola de
requisiciones de empresas cuyos dueños habían paralizado sus actividades… Entre el 25 y el 31 de octubre (el conflicto comenzó a decaer, puesto que) cada uno de los bloques en pugna se (dio) cuenta de que no tenía fuerzas autónomas para inclinar la balanza hacia su favor. En este momento (tanto la DC como la UP comenzaron) a mirar hacia las FFAA… el 2 de noviembre (asumió) un nuevo (gabinete) integrado por militares y (dirigentes) de la CUT. (Así) el 5 (de noviembre de 1972) el comando Gremial (dio) por terminado el paro,”313 sin conseguir sus objetivos políticos: el derrocamiento del gobierno.
La derecha no pudo, entonces, concretar su objetivo de hacer colapsar la economía y generar con ello las condiciones necesarias de caos para gatillar una intervención militar, ya que el gobierno de la Unidad Popular, entre otras medidas, movilizó a los sectores populares que lo apoyaban, los que lograron mantener en funcionamiento relativo, la dañada economía nacional.
Fue en estas movilizaciones, de los sectores populares que adhirieron a la UP, que surgieron experiencias más radicales, asociadas al Partido Socialista y al discurso ruptutista, que apoyó el MIR y la izquierda revolucionaria, como fueron los Cordones Industriales y los Comandos Comunales. Sin embargo estas experiencias, llamada en la época de poder popular, tuvieron un desarrollo limitado -la CUT fue siempre el referente indiscutido de los trabajadores organizados- y a pesar de insertase en la lógica rupturista, y de estar acompañadas de discursos autonomistas, fueron sostenidas por militantes de los partidos de gobierno, quienes quisieron, efectivamente, proyectar sus potencialidades revolucionarias, pero siempre bajo la dirección del gobierno, es decir buscaron “avanzar sin tranzar” pero desde y con el gobierno314.


313 Manuel Antonio Garretón y Tomás Moulian, La Unidad Popular y el conflicto político en Chile,
(Ediciones Chile América, 1993), pp. 118 a 122
314 Para un estudio del poder popular y los Cordones Industriales ver los trabajos citados de Frank Gaudichaud, Hugo Cancino y Ernesto Pastrana.
Esta crisis política y de abastecimiento obligó a los pobladores, principalmente a los que habitaron en los campamentos, a establecer una relación directa con las distribuidoras del Estado con el fin de conseguir los productos básicos de alimentación. Así los pobladores de estos campamentos que estuvieron bajo la conducción del MIR se concentraron, desde octubre de 1972, en resolver la problemática del abastecimiento a través de la distribución directa y sus dirigentes además en la creación de los Comandos Comunales. Desde esta crisis se inició el último momento de la experiencia de los pobladores del campamento Nueva La Habana.

Octubre de 1972 en Nueva La Habana

Como se ha establecido, los problemas de abastecimiento y especulación en el campamento datan de fines de 1971 y hacia septiembre de 1972 estos continuaban como en todo el país. El paro de octubre y la crisis de abastecimiento fueron enfrentados en el Nueva La Habana, con la creación de una Junta de Abastecimiento y Control de Precios (JAP)315.

315 Agrupación de trabajadores que luchan por mejorar las condiciones de vida del pueblo dentro de cada unidad vecinal, de preferencia esforzándose por lograr un adecuado abastecimiento, velando por un eficaz control de los precios, luchando contra la especulación y los monopolios, promoviendo el mejor aprovechamiento de los medios de subsistencia del pueblo y cooperando en general con todas las funciones de la Dirección de Industria y Comercio (DIRINCO). Según la Resolución Nº 112 de DIRINCO, de abril de 1972, que las creó.

Desabastecimiento en el campamento Nueva La Habana, Santiago, octubre de
1972

Según la ley que reguló la creación de las JAP se debía establecer una directiva de entre 5 y 9 miembros, “en el (Campamento) Nueva La Habana se formó con 7. Los siete se eligieron entre los representantes de los distintos frentes del campamento; del Frente de Madres, del Frente de Salud, del Frente de Vigilancia, del Frente de Apoderados”, del Frente de Áreas Verde, del Frente de Trabajadores y del Frente de Cultura. Así quedó conformada la directiva de la JAP del campamento. Posteriormente, “cada manzana del campamento envió un delegado y como en el campamento (habían) 23 “manzanas”, 23 nuevos miembros de las JAP se integraron a la directiva.”
Esta “JAP logró (en medio de las crisis) que la distribución de alimentos se hiciera a través de los organismos estatales como DINAC (y que) los precios fueran los oficiales, y (así, por ejemplo,) que el kilo de papas, o el huevo tuvieran su valor real, en el campamento Nueva La Habana. De este modo
“la JAP logró (en octubre de 1972) que en el campamento no existiera más acaparamiento” de productos y especulación de precios.
Carlos Gonzáles fue el Vicepresidente de la JAP en Nueva La Habana él explicó, durante el paro patronal, que:

“en estos momentos nuestra tarea es encuestar a cada familia del campamento para ver cuales son sus necesidades reales de abastecimiento, para pedir posteriormente al Ministro de Economía los productos de que estaría compuesta la canasta popular. El objetivo nuestro es convertir a cada compañero o compañera en un miembro activo de la JAP para fiscalizar los problemas del consumo.”316

Sin embargo este objetivo no se cumplió y la JAP tendió a burocratizarse por lo que hizo crisis rápidamente a comienzos de diciembre de 1972. El nuevo escenario nacional y la decadencia de este espacio, centralizado y cerrado, dieron paso a un nuevo momento en la experiencia de los pobladores del campamento, en la cual el problema del abastecimiento fue central y en donde todos los aprendizajes y cambios en los modos de vida se profundizaron.
Así se llegó a las celebraciones por el 2° aniversario del campamento, las que estuvieron marcadas por el nuevo escenario nacional, es decir por la agudización de la lucha política, (a pesar de los acuerdos y el gabinete cívico-militar) la desincentivación gubernamental a la movilización social, los problemas de abastecimiento y las intenciones del MIR por crear organizaciones de poder comunal, que permitieran dar una salida revolucionaria a la crisis.

316 El rebelde, Nº 53, 30 de octubre al 5 de noviembre de 1972, p. 7. el resto de las citas previas son también de esta fuente.


En este marco dichas celebraciones, que se realizaron entre el 29 de octubre y el 5 de noviembre de 1972, contaron con la participación de folkloristas, cineastas, actores y escritores de la izquierda revolucionaria317. Quienes, junto a los dirigentes políticos del MIR, hicieron de esta actividad un encuentro de la izquierda revolucionaria, de esta manera:

“El miércoles 1° de noviembre (cuando) se cumplieron dos años de su formación… el campamento (Nueva La Habana) se vistió de banderas rojas y negras que saludaron un pasado y un presente de lucha. Hablaron… Emilio Asenjo y Alejandro Villalobos, a nombre (del MPR) y de la Jefatura del campamento… habló también Edgardo Enríquez, de la Comisión política del MIR (sobre la necesidad de proyectar


317 El Rebelde, Nº 52, 12 a 23 de octubre de 1972, p. 2. En este número se invita a participar de dichas actividades, las que efectivamente se realizaron como se puede comprobar en el video “Macho”… y en la edición número 55 de El Rebelde.
las experiencias de pode popular). Los pobladores (por su parte) le rindieron homenaje a la clase trabajadora, a su organización y a su conciencia. El aniversario se celebró llamando a la unidad y al avance de un pueblo cuyo futuro es la lucha por el poder y el socialismo.”318

Discursos políticos en el 2° Aniversario del campamento Nueva La Habana.


A partir de la crisis de octubre el MIR y sus dirigentes del campamento Nueva La Habana comenzaron a dar mayor centralidad a las cuestiones políticas y de abastecimiento, las que quisieron vincular, bajo la agudización de los conflictos políticos y de clases, fomentando con especial énfasis el desarrollo de las experiencias, que habían surgido durante la crisis de octubre, del llamado poder popular como fueron los Cordones Industriales y los Comandos Comunales, -principalmente estos últimos, puesto que en los primeros la conducción recayó principalmente en el PS-.


318 El Rebelde, Nº 55, 6 a 12 de noviembre de 1972, p. 2
Por otra parte la crisis de octubre fue resuelta en términos políticos con la conformación de un gabinete cívico-militar el que tuvo como objetivo restablecer el orden interno, evitando un quiebre institucional, y asegurar una relativa normalidad y tranquilidad político-social en el país de cara a la elecciones de marzo de 1973.

Fue así que desde noviembre de 1972 el gobierno desincentivó la movilización social y el conflicto de clase, por lo que restó apoyo a las nuevas experiencias que habían surgido a partir del paro de octubre, las que continuaron su desarrollo pero sin el estimulo y la legitimidad que inicialmente les habían entregado los partidos de la Unidad Popular.
Así la experiencia de los pobladores comenzó a centrarse en los problemas del abastecimiento pero también en las políticas, en donde, como se esclarecido, según el gobierno sólo debían tener un rol segundario, por lo que sus iniciativas en ese plano, como fueron los Comandos Comunales no fueron apoyadas por el gobierno de la UP.

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