Texto analítico en clave histórica sobre la XVII Cumbre
del del Movimiento de los No Alineados.
Félix Caballero Escalante. ALAI AMLATINA. Durante la XVII Cumbre del Movimiento de los No Alineados (MNOAL), la República Bolivariana de Venezuela asume la presidencia pro tempore de esta organización que desde su origen ha luchado por el respeto de la soberanía nacional de los países que históricamente han estado subordinados a diferentes esquemas de dominación planteados por parte de los países industrializados.
MNOAL a través de la historia
El antecedente más directo del MNOAL es la conferencia de Bandung realizada en 1955 en Indonesia convocada por iniciativa de Pakistán, India, Indonesia, Ceilán (actual Sri Lanka) y Birmania, con la intención de articular el proceso de descolonización que comienza con una onda renovadora alrededor del mundo luego de la finalización de la segunda guerra mundial en el marco de la Guerra Fría.
En la voz de líderes nacionalistas como Sukarno, Presidente para ese entonces de Indonesia y Sri Pandit Jawaharlal Nehru, Primer Ministro de la India en esa época, se constituyeron los principios que luego formarían las bases doctrinarias del MNOAL, fundado oficialmente en la primera cumbre realizada en Belgrado en septiembre de 1961.
Estos principios se pueden resumir de la siguiente manera:
Respeto a la soberanía y autodeterminación de los pueblos
Igualdad entre las razas y las naciones
No agresión y planteamiento de un tratado de desarme general
No injerencia en los asuntos internos de cada país
Coexistencia pacífica
La Conferencia de Bandung marcó un hito en el movimiento anticolonial y antiimperialista a nivel mundial, además de lograr un espacio de diálogo importante entre las naciones oprimidas por la geopolítica capitalista, generadora de desigualdades.
En el punto 10 de la Declaración de la VI Cumbre del MNOAL en la Habana (1979), se hace una definición clara de la naturaleza y propósito de esta organización multilateral:
“El Movimiento de Países No Alineados, que nació en medio de la quiebra del sistema colonial y de la lucha emancipadora de los pueblos de África, Asia, América Latina y otras regiones del mundo y en el apogeo de la guerra fría, ha sido un factor esencial en el proceso de descolonización que ha conducido al logro de la libertad y la independencia por muchos países y pueblos y a la formación de decenas de nuevos Estados soberanos y en la preservación de la paz mundial. El surgimiento de nuevos países liberados que han optado por el desarrollo político independiente y rechazado con decisión la polarización en bloques (…) dio un impulso histórico a esta lucha por la total emancipación. A partir de su fundación, el Movimiento de Países No Alineados ha librado una batalla constante para garantizar que los pueblos oprimidos por la ocupación y la dominación extranjeras puedan ejercer su derecho inalienable a la libre determinación y la independencia; ha unido sus fuerzas con el fin de establecer un Nuevo Orden Económico Internacional(…) y ha desempeñado’ un papel decisivo en los esfuerzos tendentes a mantener la paz, promover la distensión internacional y eliminar los focos de agresión o tensión en todo el mundo, y en la promoción de soluciones justas para los problemas internacionales”.
De esta forma el MNOAL cuenta con una gran carga histórica y se ha convertido en un símbolo de resistencia antiimperialista, teniendo en cuenta la estrecha relación con los movimientos de liberación nacional que tienen su auge entre las décadas de los 50 y los 60 del siglo XX.
El Espíritu de Bandung normalizado por el Sistema de Naciones Unidas
La contundente toma de postura que realiza el MNOAL en el 79, fue un paso necesario ante la tergiversación de los principios planteados en Bandung y reafirmados posteriormente en Belgrado.
El Sistema de Naciones Unidas, absorbió estos principios y modificó su esencia para legitimar el neocolonialismo y el tutelaje de los países industrializados sobre las naciones que buscaban fundar un Estado soberano y hacer efectivo el principio de la autodeterminación de los pueblos.
“Al hablar de lo negativo, a nuestro entender hay que mencionar el ‘inmediatismo’ en el otorgamiento de la liberación nacional, prescrito en los documentos de Bandung. A su turno, ese ‘inmediatismo’ se reflejó en la famosa Declaración sobre Descolonización, adoptada por la ONU en 1960. Sin embargo, poca gente reparó que el texto de dicho documento, que llama al otorgamiento ‘inmediato’ de la soberanía estatal a los pueblos de las restantes colonias europeas, de hecho contradice a la misma Carta de la ONU. Esta última, en sus Capítulos XI, XII y XIII, establece el sistema de tutela bajo el cual el estado-‘tutor’ (ex-metrópolis) tenía el deber de crear en sus ex-colonias (estados bajo tutela) y bajo la supervisión de la ONU todas las condiciones necesarias (económicas, políticas, culturales etc.) para llevarlas a la independencia”.
De esta manera, al institucionalizarse los principios de Bandung dentro del sistema de Naciones Unidas, se logra institucionalizar también el neocolonialismo sobre los nuevos Estados independizados. Esta estrategia del imperialismo es común, usar a la propia institucionalidad internacional a fin de satisfacer los intereses de las clases aliadas al capital internacional a través del comercio de exportación de materia prima e importación de productos terminados, la actividad económica fundamental de países periféricos en el marco de la división internacional del trabajo.
La importancia geopolítica de la Cumbre de Margarita
El MNOAL ha sido desde siempre un espacio que se contrapuso al unilateralismo de los Estados industrializados, ha abierto un espacio de concertación entre países pertenecientes en su mayoría a los bloques regionales de África, Asia, Oceanía y América Latina. Es por esa razón, que en la Declaración de Margarita, resultado de la XVII Cumbre, busca darle continuidad al proyecto histórico de este especio multilateral y, proseguir el proyecto emancipador de esta organización.
En estos momentos que la Alianza del Pacífico como parte antagónica del ALBA-TCP se fortalece, los mecanismos de integración como UNASUR, MERCOSUR, CELAC se encuentran amenazados por las posturas neoliberales que han asumido los gobiernos de Argentina y Brasil principalmente, la refundación del sistema internacional se plantea como una tarea prioritaria.
El presidente Nicolás Maduro enunció 11 puntos en los que se centra la declaración, aquí resaltaremos en 3 puntos la trascendencia de la misma:
1)La refundación del Sistema de Naciones Unidas a fin de democratizarlo y hacerlo más amplio. Ampliar la representatividad dentro del Consejo de Seguridad para que sea más plural, acorde a la realidad internacional y reconociendo las fuerzas emergentes dentro del orden mundial.
Este punto es importante ya que el MNOAL reconoce implícitamente la importancia de articularse con los nuevos mecanismos de integración alternativos y concentrar su esfuerzo en la construcción de un mundo multipolar que suponga una nueva institucionalidad política y una arquitectura financiera que sirva de plataforma para la consolidación de las iniciativas nacidas de proyectos populares-nacionales a nivel mundial que por lo menos convergen en un punto en común: el antineoliberalismo.
La ALBA-TCP, UNAUSR, BRICS, CELAC, la Cumbre América del Sur-África, la Unión Euro Asiática, son mecanismos de integración que nacen desde la noción de la cooperación Sur-Sur y fungen como nodos de una nueva configuración geopolítica.
2)Asumir las banderas del nuevo orden económico internacional a fin de vencer a la diplomacia del dólar.
Instituciones como el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (BAII), el Banco del Sur y el Nuevo Banco de Desarrollo (Banco de los BRICS), son mecanismos que en un mediano plazo podrían desplazar en cierta medida al FMI y Banco Mundial, cuya acción articulada con grandes bancos cómo Deutsche Bank, Citibank, Comerzbak, etc., es nociva para cualquier iniciativa política que pretenda reivindicar el principio de autodeterminación de los pueblos y no injerencia extranjera.
3)Exigir el cese definitivo del bloqueo a la República de Cuba, contribuir con la solución al caso palestino y apoyar el proceso de independencia de Puerto Rico.
Estos temas son importantes ya que le da continuidad a banderas históricas de lucha que se contraponen al imperialismo y neocolonialismo.
MNOAL en clave Sur-Sur
La cooperación Sur-Sur, un esquema de relacionamiento horizontal basado en la solidaridad y la ubicación de objetivos comunes para la superación de los problemas devenidos de la geopolítica del capitalismo que conlleva a las zonas periféricas del sistema al estancamiento y subordinación a intereses transnacionales.
Como bien lo expresó el Comandante Hugo Chávez en su mensaje dirigido a la III Cumbre ASA en 2013:
“Nuestra cooperación Sur-Sur debe ser un auténtico y permanente vínculo de trabajo conjunto que debe volcar todas sus estrategias y planes de desarrollo sostenible hacia el sur, hacia nuestros pueblos. Aunque de ninguna manera negamos nuestras soberanas relaciones con las potencias occidentales, debemos recordar que no son éstas la fuente de la solución integral y definitiva para la problemática que comparten nuestros países. Lejos de serlo, algunas de ellas proyectan una política neocolonial que amenaza la estabilidad que hemos comenzado a fortalecer en nuestros continentes”.
De esta manera, el MNOAL tiene que verse como una plataforma amplia de cooperación Sur-Sur, que funja como espacio para la consolidación del funcionamiento de la nueva institucionalidad internacional y fortalecer los diversos mecanismos que no permitan las diversas formas de injerencia en sus distintos niveles, como los golpes blandos (Honduras, Paraguay, Ucrania, Brasil), las intervenciones “humanitarias” (Libia, Siria), entre otras.
Tengamos en cuenta que la estrategia militar de los EUU, está definida en el documento publicado por el Pentágono a principios del siglo XXI, llamado “Joint Vision 2020” donde plantea la “dominación de espectro completo” que no es más que la simultaneidad y la articulación de todas las formas de coerción, tanto bélicas como económicas, sociales y culturales.
Ante ese escenario, es necesario que el Sur contraataque y la mejor forma para ello es fortalecer la nueva institucionalidad donde el diálogo entre los pueblos más desfavorecidos puedan ir construyendo un espacio fértil de unidad. El MNOAL representa el 60% de la Asamblea General de la ONU, más de la mitad de la población mundial, se compone de los países con las mayores reservas de recursos naturales, lo cual significa que fortalecer este bloque ayudaría a tener una mayor capacidad de negociación dentro de otros mecanismos multilaterales además de la ONU cómo por ejemplo: OPEP, OMC, Unión Africana, OEA, etc.
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